El punto más meridional de la Península Ibérica, el cabo de Creus, ha sido refugio de artistas, inspiración de escritores y escenario de película. Los surrealistas cuadros de Dalí no se entenderían sin pensar en su hogar en Portlligat. Como tampoco las obras de J. V. Foix o Josep Pla. Por eso no es de extrañar que se haya ido poblando de hoteles y diferentes alojamientos, para disfrutar de este enclave que es espacio natural. Entre ellos, hoy destacamos Mas Lazuli. Rodeado por viñas y olivos, está situado a 5 km de la población de Roses, entre Figueres y Cadaqués.
Un entorno completamente natural, con un ambiente único. Sin olvidarnos del privilegio de sus vistas excepcionales a los Pirineos. Y a los viñedos que lo rodean. No hay nada más mediterráneo. Incluida la canción de Serrat.
Disfrutar naturaleza e interiorismo
El hotel ofrece un marco exclusivo. Sus nueve habitaciones, más siete suites y un apartamento, cuentan con una decoración contemporánea y muy refinada. Hasta en los más pequeños detalles.
Y en ellos nos hemos fijado. En los que el buen diseño es premisa fundamental. En concreto, los mecanismos serie LS Aluminio de Jung. Integrados perfectamente en el cuidado interiorismo de cada uno de los espacios del hotel, aportan un toque de funcionalidad y elegancia gracias a su línea clásica, sencilla e intemporal.
Como sencilla e intemporal es la apuesta de Mas Lazuli por el bienestar de sus huéspedes. El cuidado diseño del interior lo firman Maite Prats, Mariana Colmenero y Caroline Deffis. Su espléndida terraza con piscina de agua salada desbordante, tratamientos wellness, boutique de productos locales, y su exquisito restaurante, dirigido por el prestigioso chef Jordi Dalmau, son el complemento idóneo al entorno.
Para más información visiten: Maite Prats Estudi d'Arquitectura Interior
Vía: diarioDESIGN
No hay comentarios:
Publicar un comentario